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miércoles, 21 de noviembre de 2012

REFLEXIONES DE UN PARADO

Es cierto que a todos se nos cae el mundo encima cuando nos dicen que, en "X" días, nos vamos a ir al paro.

En principio, todos nuestros proyectos o pensamientos, por así decirlo, se cortan de un plumazo. Uno siempre se esfuerza e intenta ser lo mejor posible en el trabajo, independientemente del sector al que pertenezca, pero en estos tiempos ya se sabe... Las explicaciones siempre suelen ser las mismas: que si la empresa no está pasando por su mejor momento a nivel económico, que si vales mucho y te queremos contratar, pero no depende de nosotros... Entonces, ¿de quién depende? Evidentemente, del empresario.

Me ha pasado en múltiples ocasiones que me han puesto el caramelo en la boca, diciéndome lo bueno que era y las "grandes" posibilidades que tenía de quedarme en las empresas, ofreciéndome incluso promocionar a corto plazo a puestos claramente mejores. ¿Y todo para qué? Pues simplemente, para que seas más productivo durante el TIEMPO REAL que tienen pensado contratarte, sólo para cubrir ciertas necesidades, como pueden ser las sustituciones por vacaciones, por bajas laborales (sean éstas por el motivo que sean), o las campañas en las cuáles aumenta la producción de forma significativa. Un claro ejemplo, las Navidades.

Pero... ¿a mí de qué me vale que me den falsas esperanzas? ¿o que me vendan la moto con cosas que nos son? La respuesta es, DE NADA. Algunos empresarios, en ocasiones, se creen muy listos con la gente joven, y con tal de sacarles el máximo partido y estrujarlos al más no poder, se inventan estas técnicas pensando que somos tontos. Bajo mi punto de vista, me pueden llegar a ilusionar, o puedo llegar a estar muy a gusto en una empresa, pero pienso que voy a trabajar al mismo nivel, me regalen los oídos o no. Con lo cual, conmigo no funcionan esas tácticas.

Pero a lo que vamos... Una vez te quedas en paro y parece que todo se te viene encima, existen soluciones o métodos que, por lo menos a mí, me funcionan. 

En primer lugar, no hay que desesperar y hay que intentar mantener la calma en todo momento. Si nos ponemos a pensar, siempre encontraremos casos de gente que esté peor que nosotros. Así que no debemos hacer tampoco un drama de nuestra situación. Que sí, que nos hemos quedado sin trabajo, pero al menos tenemos el consuelo de que más de 5.000.000 de personas nos acompañan en esta situación. 

En segundo lugar, no nos olvidemos que ahora nuestro trabajo no es otro que buscar empleo. Es importante dedicarle muchas horas al día, ya sea mediante portales de empleo, o bien mediante el conocido "puerta a puerta". En mi caso, lo que mejor me ha funcionado siempre ha sido el tener algún amigo-conocido-familiar que me pudiera poner directamente en contacto con la empresa. Si no tenemos esa suerte, la mejor opción es meterse en las páginas Web de aquellas empresas que nos interesan y enviarles directamente nuestro Currículum Vitae, siempre con una buena carta de presentación, y adaptando nuestro perfil a las necesidades de la empresa. Pienso que esta última opción es la mejor alternativa, pues muchos portales de empleo normalmente están saturados de ofertas caducadas para adjudicarse el mérito de ser los Nº 1 en su función. Y sí, son los que más ofertas publican al día, pero de qué me vale competir con 169489493493 candidatos a una oferta que puede llevar incluso más de una año publicada... Es triste, pero es así.

En definitiva, hay que ser constante e intentar no dejar pasar ni una. Sí tenemos que dedicar el mismo tiempo de una jornada laboral a buscar trabajo, pues lo hacemos (siempre que dispongamos de ese tiempo y no tengamos cargas familiares o de otro tipo). Si no es así, nos intentaremos organizar de tal manera que podamos enviar, por lo menos, un Currículum al día. Algunos pensaréis que es cuestión de cantidad, y que con uno al día no conseguiremos nada. Pero aquí lo que manda es la calidad por encima de todo, pues más vale enviar uno bien redactado y adaptado al perfil que se busca, que enviar "tropecientos" iguales, poco elaborados y sin tener en cuenta que, a modo de ejemplo, para trabajar en determinados sectores, no nos servirá de nada reflejar que tenemos cierta formación. Como bien me dijeron en un curso de inserción laboral que puede hacer hace poco, se puede omitir, pero NO engañar.

Espero que os sirvan estos consejos, como me han servido a mí. No olvidemos que están basados en mi experiencia, y que puede haber diversos puntos de vista en muchas cosas de las que he comentado. Acepto críticas constructivas y sugerencias.


martes, 20 de noviembre de 2012

UNA PEQUEÑA INTRODUCCIÓN SOBRE MÍ

Mi nombre es Sergio y tengo 26 años.

He creado este blog con dos únicos fines: el primero, darme a conocer como técnico en prevención de riesgos laborales, que es mi profesión; el segundo, que algún "alma caritativa" lo lea y, por lo menos, le pique la curiosidad para ponerse en contacto conmigo en caso de necesitar algún profesional de la prevención en su empresa.

Ahora pasaré a contaros un poco sobre mí...

Desde bastante joven, supe que en un futuro quería dedicarme a una profesión que consistiera en ayudar a la gente. Considero que soy una persona que siempre está ahí cuando la necesitan, tanto para los familiares como para los amigos. Incluso sé que, en muchas ocasiones, doy más de lo que me dan, pero es algo que no me importa en absoluto. Puede parecer que peco de inocente o de tonto, pero no es así. Simplemente me gusta ayudar, sin necesidad de recibir nada a cambio.

A la hora de escoger mis estudios universitarios, cerca de la mayoría de edad, tuve muy claro que tenía que aprovechar mi forma de ser y mis cualidades para el aprendizaje de una profesión que consistiera en eso... en ayudar. Así que se me pasó por la cabeza la idea de ser técnico en prevención de riesgos laborales, con el fin de ayudar a las personas a realizar sus trabajos en las mejores condiciones posibles, sin necesidad de poner en peligro su salud y sus vidas.

Para ello, estudié el Graduado en Prevención y Seguridad Integral, en la Universidad Autónoma de Barcelona, junto con el Máster de PRL en las especialidades de Seguridad en el Trabajo e Higiene Industrial. Casi 5 años en la Universidad, que me han servido para crecer como persona, que han cambiado mi personalidad a mejor en muchos aspectos, y por qué no decirlo, donde dejé mis "pajarillos" de la adolescencia para dar paso a la realidad: la edad adulta.

Sin embargo, he ido a acabar los estudios justo en el momento en que la CRISIS empezaba a asomar la patita, allá por el 2008. Con tan mala suerte que, a día de hoy, sólo he podido trabajar durante un año como técnico en prevención, en un conocido Servicio de Prevención Ajeno a nivel estatal (sin contar los 3 meses de prácticas universitarias). 

Y por este motivo, siempre me he visto obligado a aceptar trabajos que no me llenan como persona, tales como dependiente, reponedor, cajero, operario de producción, entre otros. Le doy gracias a la vida por haber tenido siempre alguna fuente de ingresos, y más en los tiempos que corren. Pero también creo que es bastante comprensible mi postura, ya que he invertido un dinero y un tiempo en unos estudios para, a día de hoy, tener que conformarme con "lo primero que salga". 

Pero no me canso de luchar, nunca estoy parado, y aprovecho cualquier momento para seguir formándome en todos aquellos aspectos relacionados con la gestión de Recursos Humanos. Actualmente, estoy realizando un Curso Superior en Gestión Laboral y Seguridad Social, pues también me gusta bastante el tema de las contrataciones de personal y la realización de nóminas.

Además, también voy siendo consciente de lo importante que es el Inglés y estoy empezando a tomármelo en serio, con el objetivo de poder defenderme con soltura a corto plazo. Y que conste que, si no me voy al extranjero, es porque los recursos económicos de los que dispongo no me lo permiten, pues tengo infinidad de gastos y una prestación por desempleo bastante normalita. Con lo cual... Hay que apañarse de la forma que se pueda.

En definitiva, ese soy yo. Un chico luchador intentando hacerse un hueco en aquello que le gusta, y para lo cual está suficientemente preparado. Espero que os haya gustado mi presentación.